Una búsqueda de placer experimental sorprendentemente disruptiva y excesivamente olfativa.
Esta fragancia mantiene la característica distintiva del reconocido Black Opium: el cautivador café negro, profundo, enigmático y refinado. La combinación de jazmín y flor de naranjo genera una explosión que añade luminosidad a la fragancia. El toque de cereza roja distingue a este perfume, oscilando entre una dulzura sensual y un matiz ácido.